Cuando llega la hora de renovar los recursos electrónicos suscritos por la biblioteca (bases de datos, paquetes de revistas) o comprar unos nuevos, normalmente, a final de año, toca reflexionar sobre cómo han funcionado dichos recursos y si han sido útiles a nuestros usuarios.
En la carrera, en cursos, talleres o artículos académicos suelen recogerse unas sugerencias o pautas muy útiles que ayudan a sistematizar el proceso de evaluación de recursos. Sin embargo, hay cuestiones, aparentemente de pero grullo, sobre las que se olvidan hablar y que luego nos encontramos como las más habituales en nuestro trabajo diario.
Puntos a tener en cuenta antes de empezar:
-
Las empresas proveedoras de recursos presionan mucho a las bibliotecas y abusan con los precios, las condiciones de contrato y los servicios. Incluso, en ocasiones, intentan decidir sobre qué debería tener la biblioteca como recursos.
-
Los usuarios (conscientes o no) sufren lobby de los proveedores, a través de talleres, sesiones informativas sobre su producto para hacerles creer su producto es el mejor.
-
Los usuarios presionan a las bibliotecas para que contraten esos productos tan maravillosos o mantengan la suscripción de los mismos.
-
Las bibliotecarias, en ciertos momentos, creemos que sabemos mejor que nuestros usuarios lo que necesitan.
¡Vaya lío, no!
¿Qué significa todo esto? Que antes de comprar o renovar recursos es necesario evaluar, no sólo los aspectos de contenido, técnicos o económicos, sino también el engranaje interno de la relación biblioteca-usuarios-proveedores.
Algunas sugerencias.
Ante la avalancha de proveedores y su extra limitación en algunas ocasiones, es necesario armarse de paciencia, planificar bien las reuniones con ellos, intentar negociar amistosamente y no ceder a tanta presión abusiva siempre que exista esa posibilidad (que vista la realidad, a veces, es complicado).
Un buen comienzo, y desde lo que deben partir el resto de acciones es preguntarnos: ¿qué necesitan mis usuarios? Escuchar con interés a nuestros usuarios es imprescindible. Hay que buscar un equilibrio entre nuestro ego y lo que ellos exigen. ¿Qué nos puede ayudar?
-
Estadísticas de uso (uso de los recursos, descargas, etc.)
-
Encuestas, opiniones, trabajar con algunos usuarios que después nos ayudan a probar y evaluar un producto nuevo.
-
Tener en mente sus correos electrónicos, sugerencias, etc.
-
Valorar si es un usuario experto o competente en la utilización de recursos (puede tener mucho que decir) o puede ser alguien que se deje llevar por las modas o presiones de los proveedores.
También suele ser habitual la medición de la calidad de las revistas a través de recursos como el Journal Citation Report (JCR), el Scimago Journal & Country Rank, el MIAR, DICE, RESH o altmetrics, aunque nunca está de más, y se dice poco, que puede ser útil contactar con otras bibliotecas que sepamos que tienen los mismos recursos y obtener otras opiniones y puntos de vista que enriquecerán nuestro proceso de evaluación.
Por otro lado, es aconsejable mantener la mente abierta y no tener fe ciega en un producto o proveedor. Si rastreamos por Internet o, de nuevo, hablamos con más bibliotecas, podemos encontrar productos similares y más baratos, incluso, aunque aparentemente tengan menos prestigio o menos visibilidad pueden ser mejores.
Se trata la mayoría de las veces en un proceso largo y tedioso que da muchos quebraderos de cabeza así que es necesario:
-
Paciencia.
-
Desconectar y no pensar 24 horas en el trabajo.
-
Trabajar en equipo y coordinarse.
-
Tomarnos nuestro tiempo para pensar y valorar las distintas alternativas siempre que el tiempo y las presiones (seguramente proveniente desde diferentes flancos) lo permitan.
Y… hasta el año siguiente.
Os dejo el enlace a algunas guías para la gestión o desarrollo de colecciones electrónicas con las cuestiones técnicas o elementos necesarios para crear o renovar una colección o recursos electrónicos.
Calidad y evaluación de los contenidos electrónicos.
Cuestiones claves para el desarrollo de colecciones con recursos electrónicos.
Criterios de evaluación de bases de datos